Queridos amigos:
El sábado 21 de mayo, algunas familias, pintamos el muro del colegio Fernando de los Ríos. Era la primera vez que nos lanzábamos a esta aventura y no sabíamos qué iba a pasar. Sé que algunos no durmieron demasiado la noche anterior, pero allí que estábamos a las 9 a.m. para la gran aventura.
Gracias al pintor, la pintura estaba preparada y en 15 minutos nos pusimos en marcha. Rodillos, brochas, alfombras de 30 metros para no manchar el suelo…Y nuestros niños, activos, brocha en mano, como si llevaran toda la vida haciéndolo. Al principio pensé que con los niños se iba a montar la marimorena, que la acera acabaría bastante decorada pero cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dimos cuenta de que había más niños que padres y que sin ellos no lo hubiéramos logrado.
Una de las mamás dice que “trabajar rodeada de niños la rejuvenece y la llena de vitalidad”. Uno de nuestros niños trabaja sin descanso durante más de cuatro horas y dice que “está cansado pero no de pintar, sino de otras cosas”. La verdad es que ha sido una experiencia única, irrepetible, que requiere esfuerzo pero que llena de satisfacción. Qué bonito pensar que el muro de nuestro colegio, gracias al esfuerzo e ilusión de las familias, es otro. Ilusión, me quedo con esa palabra, y con las miradas de felicidad de los niños, con su entusiasmo. Ojalá no lo perdamos nunca y sigamos llevando a cabo este tipo de iniciativas que además de dar otro aspecto a nuestro colegio, nos enriquece como personas.
¡Hasta la próxima!
Belén
